Idiota

(Riiiiing… riiiiing…) Thábita llama a su peluquera pero le contesta una prostituta. “Querida, quisiera yo ser estilista” y agrega con risa pícara “… Igual estamos a la orden”

Minutos después una diseñadora gráfica renuncia a su trabajo. “Ahora soy dueña de mi vida” exclama la desdichada mientras aparenta plenitud.

Todos buscan afuera. En la trampa caí también.

Prostituta, diseñadora, estilista… qué te va a hacer feliz. Nada lo hará. Se acabó lo bueno, se acabó lo malo, empezó la nada.

Eres lo que haces o eres otra cosa?

Cuando no sé quién soy sonrío. Pongo una cara de idiota que atrae. Y todos quieren la felicidad fugaz de ese instante idiota.

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Una persona inexistente -que permanecerá sin nombre- es esperada por otra persona inexistente. La espera se ha hecho intranquila, ansiosa y recurrente. La segunda persona no sólo espera, sino que además busca. Acción absurda ya que es imposible encontrar algo que no existe. Lo peor de todo es que la segunda persona sabe que ni ella ni la primera persona existen, pero sigue esperando y sigue buscando.

Firma
-Nadie